A pedido del gremio el Poder Judicial erigió un memorial en conmemoración de las y los empleados desaparecidos y el funcionario asesinado por el terrorismo de estado. El acto se llevó a cabo en el ingreso del Ministerio Público Fiscal, en el Polo Judicial con la concurrencia de familiares de las y los desaparecidos del Poder Judicial, funcionarias y funcionarios de los tres poderes del estado provincial y municipal, organismos de Derechos Humanos, C.G.T., sindicatos, afiliadas, afiliados de AGEPJ y público en general.
El memorial inaugurado por el presidente del Tribunal Superior Luis Eugenio Angulo nomina a las siete empleadas y empleados desaparecidos y el funcionario asesinado durante la última dictadura militar. Ellas y ellos son Carmen Graciela Rivero, Silvia Raquel Bertolino, Aníbal Carlos Testa, Alberto Marcelo Oro, Jorge Eduardo Malberti, Juan Carlos González Velarde y Nicolás Luis Moreno. Cabe aclarar que el memorial viene a completar, señalizandoló el espacio para la memoria que fuera inaugurado por el Tribunal Superior en marzo de 2021 cuando en el lugar se plantaron árboles. Hicieron uso de la palabra además del presidente del T.S.J. la directora del Archivo Provincial de la Memoria María Eleonora Cristina y el Secretario General de AGEPJ Federico Cortelletti.
El secretario general de AGEPJ Federico Cortelletti expresó que “es sumamente relevante esta señalización, esta marca de la memoria nada más y nada menos que en el ingreso a un edificio del Poder Judicial. Ello nos habla de un compromiso del estado con el avance y la prosecución de las políticas por Memoria, Verdad y Justicia. En un momento donde está aflorando el negacionismo o se pretende revitalizar la teoría de los dos demonios aquí se le está diciendo Nunca Más al terrorismo de estado.”
En tanto que la Secretaria Adjunta de AGEPJ, Agostina Noccioli expresó que “estas empleadas y empleados desaparecidos, este funcionario asesinado recordados en el memorial no fueron las únicas víctimas del terrorismo de estado en el Poder Judicial. Son apenas una emergente ya que hubo un gran número de detenidos/desaparecidos en campos de concentración, luego blanqueados y derivados a cárceles como es el caso de nuestro compañero “Maneto” Beyrne y otros compañeros y compañeras integrantes del cuerpo de delegados del gremio electos entre 1973 y 1974, las y los cientos de empleados cesanteados, e incluso quienes continuaron trabajando en el Poder Judicial con miedo a ser sancionados por un centímetro más de largo en el pelo, la prohibición de uso de pantalones al personal femenino e incluso prácticas vejatorias hacia mujeres lactantes.