Distribución de las tareas de cuidados y pandemia

 

Durante este atípico año de pandemia, con una cuarentena que duró varios meses, quedó evidenciada una situación ya conocida, pero que en este contexto mostró duramente la injusticia que acarrea. Debido a las medidas sanitarias y excepcionales adoptadas para enfrentar al COVID-19, no se pudo acudir a prestaciones y servicios de cuidados externos para suplir las tareas de cuidado de los hijos e hijas, ni de adultos mayores a cargo. Durante todo este tiempo, estuvieron vedadas las guarderías, trabajadoras y trabajadores de casas particulares, e incluso los establecimientos escolares en todos los niveles. Asimismo, se ha visto notoriamiente incrementado el ejercicio de las tareas de cuidado (alimento, limpieza del hogar, asistencia escolar, cuidado de salud y contención) que, por no encontrarse distribuidas equitativamente, recaen en forma casi exclusiva sobre las mujeres.

Ante esta realidad, muchas trabajadoras se han visto en la difícil situación de no contar con redes suficientes para el cuidado de sus hijos/as o de adultos mayores a su cargo, con el agravante de no haber existido por parte de la patronal, alternativas que posibiliten el equilibrio entre las responsabilidades laborales y las familiares.

Desde AGEPJ, ni bien se ordenaron estas medidas de prevención, le exigimos en reiteradas oportunidades al TSJ, la adopcion de dispensas de trabajo presencial para todos aquellos casos en los que no fuera posible la delegación de las tareas de cuidado en otras personas. Esto teniendo en cuenta que había sido contemplado por más de una normativa nacional, como lo son la Resolución 207/2020 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y la Ley 27.555 sobre el régimen legal del contrato de teletrabajo, en cuyo art. 6 expresamente contempla la necesidad de compatibilizar las tareas de cuidado familiar con las obligaciones laborales, entre otras. Dichas normas han sido sancionadas a la luz de una nueva realidad que necesariamente debía ser contemplada por los empleadores a los fines de evitar la vulneración de derechos esenciales de los y las trabajadoras.

Una vez más, el TSJ no estuvo a la altura de las circunstancias para regular en forma general esta situación. Sin embargo, las herramientas gremiales sí se hicieron eco de esta necesidad de muchos compañeros y compañeras y acompañamos a cada persona que lo requirió en los pedidos de dispensa de trabajo presencial, los cuales en su gran mayoría obtuvieron resultados favorables.

Ante desigualdades estructurales, respuestas integrales

La existencia de una desigualdad estructural por género en la sociedad, requiere necesariamente la implementación de políticas públicas uniformes y que  consideren dicha situación diferencial de base por parte del empleador, ya que lo contrario implica agudizar las situaciones de desigualdad tornándose dichas políticas en discriminatorias, tal como puede verse reflejado en los múltiples casos individuales que llevamos adelante durante la cuarentena. En otras palabras, las mandas internacionales indican que frente a desigualdades estructurales resulta obligación de los estados, empleadores y sindicatos, aunque con diferentes responsabilidades institucionales, desplegar políticas activas y directas para corregirlas.

 

Se trata de una realidad que nos excede y que conjuntamente, como sociedad, debemos hacerle frente, sin dejar a nadie en el camino.

Es por esto que desde AGEPJ comenzamos a desarrollar propuestas concretas (tal como fue en su momento el proyecto de protocolo contra la violencia laboral), para compensar estas desigualdades existentes y transformar paulatinamente, una cultura patriarcal que hace recaer sobre las mujeres trabajadoras la mayor parte de las responsabilidades vinculadas al cuidado de la familia y del hogar. Es así como es tiempo de repensar las licencias por hijo/a recién nacido, los aportes patronales para subsidiar guarderías o trabajo doméstico, entre otras políticas concretas.

Desde AGEPJ estamos convencidos y convencidas que a las desigualdades también las combatimos entre todos y todas.