El gremio de Judiciales de Córdoba rechazó el día de ayer, en nota cursada al Tribunal Superior de Justicia la medición de productividad por agente que aparentemente, según instructivo hecho público pretende instrumentar la Administración del Poder Judicial respecto a los agentes que se desempeñen bajo la modalidad de teletrabajo durante la presente pandemia.

En la nota expresamos que la situación extrema que atraviesa el país por la pandemia exige soluciones rápidas para prestar el servicio de justicia, interactuar con otros operadores del sistema y acercar la justicia a los ciudadanos pero que ello debe hacerse respetando los derechos de los trabajadores.

Concretamente rechazamos la medición por productividad porque una gran parte de la tarea judicial no es asimilable a producción por cantidades, no es medible como si de una línea de producción se tratara. Cada expediente toma diferentes caminos procesales, abordan diferentes materias reguladas por distintas leyes de fondo y forma y por tanto hay diversos tiempos de elaboración con líneas argumentales distintas. Esto no se puede homogeneizar, lo sabe cualquier funcionario judicial y cualquier abogado litigante.

Además de ello la implementación pretendida es unilateral del empleador, no habiéndose establecido acuerdos mínimos para su desarrollo  violentando así el derecho a la negociación colectiva que toda organización gremial posee establecido por la Constitución Nacional en su artículo 14 bis y a nivel provincial por la ley 8329. Por contraste la Corte de la Provincia de Buenos Aires si celebró un acuerdo con la Asociación Judicial Bonaerense (el gremio judicial bonaerense) en el que se plasmaron entre otros puntos la duración de la modalidad, la creación de una comisión con el objeto de solucionar los inconvenientes que se susciten, el establecimiento del mismo horario laboral que el presencial, la inalterabilidad de los deberes y derechos del personal que voluntariamente acceda al mismo, prohibiéndose el control remoto de los equipos informáticos, salvaguardando la privacidad de los trabajadores y contemplando las tareas de cuidado a cargo de los agentes etc.

El Secretario General de AGEPJ Federico Cortelletti expresó que “No aceptamos esta regulación porque nuestra tarea no se puede cuantificar con los estándares tradicionales de medición por productividad y porque  no ha existido negociación colectiva del sindicato con el empleador como lo marca la Constitución Nacional.  Ningún trabajador o trabajadora judicial puede sentirse obligado por una decisión unilateral del Tribunal Superior que altera las relaciones de trabajo establecidas. Si la patronal persiste en esto además de recurrir al Ministerio de Trabajo y a instancias internacionales como la OIT el gremio queda liberado para  decretar como medidas de fuerza el quite de colaboración o directamente la no realización del teletrabajo bajo estas condiciones.”

El Secretario Adjunto Adrián Valán acotó que “es muy dificultoso estandarizar la tarea de un empleado judicial, en muchas áreas es tarea intelectual y una misma categoría de tarea puede ofrecer en algunos casos poca dificultad y en otros una mayor complejidad por tanto mayor demanda de tiempo para su realización. Esta medición individual no lo permite, por eso y porque inevitablemente se va a prestar a abusos y será la excusa para violentar derechos laborales como la jornada la rechazamos terminantemente como sindicato.”

 

 

 

 

 

 

Agepj presentó un pedido formal a la gerencia del Banco de la Provincia de Córdoba solicitando se  difiera el vencimiento de la tarjeta Córdobesa para el día de la acreditación de los haberes de los empleados y empleadas judiciales. Se demandó que se tenga en cuenta al calendario de pago otorgado por la Provincia, en este caso el día 11 (once) de Mayo.

 

La entidad gremial argumentó en nota presentada a la Gerencia del Banco de Córdoba que “Ante la situación actual de diferimiento por parte de la Provincia de Córdoba de los pagos de haberes para los empleados y empleadas judiciales, el débito automático del día 6 (seis) genera un grave problema de carácter alimentario, ya que su entidad debitará de las cuentas las sumas consumidas por cada agente. Dejando sin fondos disponibles en la cuenta a los usuarios En el caso de que el agente no tenga fondos suficientes la entidad le cobrara intereses por el retraso en el pago, siendo que nunca percibió su haber y no puede preveer dicha situación.”

 

 

AGEPJ repudia el recorte salarial y el diferimiento de pago. Se iniciarán acciones jurídicas y gremiales junto a los demás sindicatos estatales

 

El gobierno provincial finalmente descontó sumas de los salarios de empleados jubilados del Poder Judicial que excedan el tope de lo que percibirá el gobernador (110.000 pesos ), tal como lo había anunciado para jubilados de todo el sector público.

Con el fin de repeler jurídicamente esta exacción, AGEPJ estudia junto a abogados previsionalistas que tipo de acción interponer, al igual que los demás gremios afectados contra dicha medida por inconstitucional y por importar “…un resultado regresivo en la calidad de vida de las personas que tengan acordada jubilación o pensión…” (Corte Suprema de Justicia de la Nación, Sentencia Nº 2758 XXXVIII, en autos «Sánchez, María del Carmen c/ ANSeS S/ reajuste varios», de fecha 17 de mayo de 2005). Recordamos que no se encuentran corriendo plazos para deducir recursos administrativos o acciones judiciales.

Dicha medida es repudiable porque toca el salario que, no hay que justificarlo, tiene carácter alimentario. Pero en el ámbito del Poder Judicial esta injusticia tiene una arista más: el sector de magistrados, el que más gana, el que en un estado democrático y de derecho ostenta un sistema salarial y jubilatorio de privilegio no sufre menoscabo. Los empleados jubilados sí, un recorte ahora que se suma al recorte de facto que tanto los activos como los jubilados judiciales venimos padeciendo desde hace seis meses ya que no hemos cobrado aún el último tramo de aumento de 2019 que por acuerdo suscripto por la Provincia y el Poder Judicial nos corresponde.

Esto es la consecuencia del sistema de doble estándar salarial que el TSJ ha instaurado en el Poder Judicial. Equiparación para funcionarios y magistrados excluyendo de la misma a las empleadas y empleados aún cuando nos asiste el mismo derecho invocado por ellos:  “a igual tarea, igual remuneración”. El TSJ y los magistrados continúan actuando sólo en beneficio de su bolsillo y pensando que su realidad es la misma que la de un trabajador o un jubilado. “Resignaron”, según sus propias palabras el aumento del 10% de diciembre a cambio de no sufrir descuento salarial. Negociaron con el ejecutivo consolidar el recorte salarial que estamos sufriendo porque claramente ellos no lo necesitan. Los trabajadores si necesitamos compensar lo que la inflación de 2019 redujo de nuestro poder adquisitivo.

El Secretario General Federico Cortelletti expresó que: “Repudiamos este injustificable descuento salarial así como el diferimiento de pago dispuesto. Está claro que la pandemia y la consiguiente cuarentena para controlarla están generando una crisis sin precedentes. Sin embargo, los fondos para solventarla deben salir de los sectores que siempre han ganado y nunca pierden, ni aún en crisis como esta. El sector financiero es un ejemplo y la Provincia de la Pampa con acierto ha establecido un gravamen transitorio sobre la actividad. El proyecto de gravar las grandes fortunas es otra línea correcta para hacer recaer el costo de la crisis en otros sectores que no sean los trabajadores.”

El Secretario Adjunto Adrián Valán también dijo que: “vamos a cuestionar judicialmente y con medidas, junto a todos los estatales este nuevo atropello a los jubilados.  Es indignante que con la excusa de la crisis económica se toque el salario de trabajadores jubilados mientras los privilegiados de siempre no aportan un peso.”

Las empleadas y empleados judiciales recibimos el domingo 3 de mayo un amargo regalito. Un artículo periodístico del principal diario provincial textualmente dice que “La crisis otra vez pasa de largo en tribunales”. Como siempre, ponen a las trabajadoras y trabajadores en el mismo barco que magistrados y eso, sabemos que no es así. Nuestros bolsillos son la prueba más elocuente. Sí se enuncian correctamente los privilegios que detenta ese sector (magistrados), pero erran cuando se refiere a empleadas y empleados. Nosotros si tenemos un ajuste salarial a la baja de hecho. A diferencia de los demás sectores públicos de la provincia, los judiciales tenemos desde hace 6 meses un recorte salarial del 10% de facto, con una deuda creciente y somos el único sector público que no tuvo aumento en el año 2020.

En el apartado previsional es más que forzado el intento de asimilar nuestra situación a los magistrados. Nosotros aportamos un 18% para cobrar la misma jubilación que el resto del sector público y poniendo en relación tomando los aportes de empleados y empleadas con las jubilaciones que para el sector paga la caja somos superavitarios. El déficit se visualiza si se suma al sector de magistrados. Dicho más claro: el déficit de la caja respecto del poder judicial lo generan los magistrados. Sector que por otra parte hace un esfuerzo previsional del 12% y para acceder a otro régimen jubilatorio con exigencias menores en cuanto a años de aportes y menor edad jubilatoria.

Para nosotros, al contrario de lo que dice el artículo no hay ninguna “máquina de la felicidad”. Cada aumento que por derecho nos corresponde al haber un acuerdo firmado en la misma mesa por el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y nuestro gremio judicial desata una cadena de incumplimientos y dilaciones por parte del Poder Ejecutivo Provincial y el Poder Judicial. La inmensa cantidad de paros, ocupaciones del salón de los pasos perdidos y movilizaciones en los años recientes son la consecuencia de ello. Si existiera el artefacto infelizmente evocado por la autora del libelo las y los judiciales no hubiéramos desarrollado tal nivel de conflictividad.

La falacia se agiganta más aún si ponemos en contexto histórico el ya mencionado fragmento del texto (“La crisis otra vez pasa de largo en tribunales”). Todo lo contrario, a las trabajadoras y trabajadores las crisis NO nos pasan de largo, nos impactan una y otra vez. Es así que aún estamos bajo la emergencia establecida por el gobernador Ramón Mestre en 1995 y desde ese año se nos adeuda aun el uno por ciento por año de antigüedad. Distinto es el caso de magistrados que en muy poco tiempo salieron de esa emergencia otorgándose antigüedad en el título y obteniendo la devolución de los montos recortados.

El Secretario General de AGEPJ Federico Cortelletti expresó que «No aceptamos el recorte de nuestro salario, a las empleadas y empleados judiciales nos deben la última parte del aumento de 2019 y todos los retroactivos. No estaba la excusa de la pandemia en ese momento y es lo que por la firma de los Poderes Ejecutivo y Judicial nos corresponde. Cuando las evidentes restricciones de la cuarentena en curso lo permitan reanudaremos el mismo plan de lucha interrumpido en marzo».

El Secretario Adjunto Adrián Valan acotó que: Los únicos que no pierden en ninguna crisis son los magistrados, no perdieron en el 95’, no perdieron en 2001 y ahora tampoco. Con la anuencia del Poder Ejecutivo desde 2005 iniciaron un proceso por el cual fueron tomando tajadas de dinero cada vez mayores de la masa salarial en detrimento de los salarios de empleadas y empleados, el cual fue coronado con la equiparación de la que dejaron al margen a las y los trabajadores. Por eso no aceptamos recortes ni descuentos en nuestros salarios.

Conforme lo establecido por el Gobierno Nacional reabrimos nuestro Centro de Salud de atención Primaria de AGEPJ.

Solo se atenderán turnos preasignados y que no presenten signos de Coronavirus. A partir del Lunes 27 de Abril se podrá llamar para solicitar turno.

Estamos tomando todas las medidas de seguridad para cuidarte y cuidarnos.

 

Recomendaciones para prevenir la transmisión del coronavirus en ámbitos con circulación de personas

https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/atencion-publico

 

 

El día 26 de Abril solicitamos al Tribunal Superior de Justicia se mantenga la vigencia en el Poder Judicial del actual esquema de receso sanitario en los marcos temporales fijados por el Ejecutivo Nacional.

Se insistió en que las dotaciones que se encuentran trabajando de manera presencial deben mantenerse en un nivel exiguo y que sólo deben habilitarse tareas y funciones mínimas e imprescindibles para cuestiones de máxima urgencia, de carácter alimentario, de seguridad, y/o de la vida y la libertad de las personas, extremando las medidas de bioseguridad para evitar contagios.

El Secretario General de AGEPJ Federico Cortelletti expresó que “Hemos hecho este pedido al Tribunal Superior porque en línea con la decisión presidencial comunicada el día 25 de abril no existen fundamentos sanitarios que avalen un levantamiento del actual esquema de receso sanitario en el Poder Judicial. Por el contrario, según toda la información disponible todavía no llegó el denominado “momento pico de contagio” del virus, por lo cual una reanudación de las actividades y vuelta al nivel y modalidad de la misma al momento previo a la irrupción de la enfermedad inevitablemente expondrá a contagios masivos y dará por tierra, en lo que al Poder Judicial le cabe con los esfuerzos que toda la comunidad viene realizando para detener el avance de la pandemia.” 

A su vez el Secretario Adjunto Adrián Valán expresó que en este marco es necesario que el Poder Judicial continúe extremando y cumpliendo las medidas de bioseguridad para proteger a las empleadas y empleadas del Poder Judicial que están en la primera línea realizando trabajo presencial. Nos referimos a los cuerpos operativos de Policía Judicial, Unidades Judiciales, Equipos Técnicos, Morgue, Genética Forense, Notificadores, Oficiales de Justicia, Ujieres y sectores de Tribunales.

El actual esquema de receso sanitario no equivale a parálisis judicial. Las empleadas y empleados judiciales estamos trabajando. Presencialmente y con modalidad de teletrabajo. Los cuerpos operativos de Policía Judicial, Unidades Judiciales, Equipos Técnicos, Morgue, Genética Forense, Notificadores, Oficiales de Justicia, Ujieres y sectores de Tribunales lo hacen presencialmente, el resto con Teletrabajo.


Previo a la cuarentena y durante la misma AGEPJ ha exigido al empleador el cumplimiento de estándares de bioseguridad para preservar a las compañeras y compañeros que se desempeñan presencialmente. Es más, el sindicato está entregando insumos de protección, precisamente máscaras que protegen nariz, boca y ojos. A su vez, respecto al teletrabajo de ha expresado al empleador que el mismo no debe violentar los derechos laborales, entre ellos cómo principal la jornada laboral. A su vez el abastecimiento de insumos tecnológicos y adecuación del trabajo con las cargas familiares. Ello refleja, reiteramos que las empleadas y empleados estamos trabajando. De otra forma, pero es lo que la tremenda realidad de una pandemia impone.


Creemos que el reto para la salud pública que supone la pandemia no admite una apertura indiscriminada de la cuarentena y volver al estado previo a la misma. Más aún, ello sería suicida y nos expondría a las lamentables escenas que por los medios vemos suceden en otros países. Por ejemplo colapso de unidades de terapia intensiva donde tienen que elegir quién vive y quién no o saturación de los servicios funerarios. Nadie quiere llegar a ello y por dicha razón debe sostenerse el esquema de funcionamiento del Poder Judicial como hasta ahora lo estableció el Poder Ejecutivo Nacional.

Ante los hechos de público conocimiento ocurridos en el Polo de la Mujer. Un caso de covid 19 contraído por un niño que estuvo con su madre en un refugio (dependiente del Poder Ejecutivo) . AGEPJ solicitó al Ministerio Público Fiscal que se tomen todas las medidas correspondientes para proteger la salud de las compañeras y compañeros judiciales que allí se desempeñan.

Conocemos que al entorno del niño, madre y padre, así como el personal de la provincia que tuvo contacto habría dado negativo en los test, asimismo que se procedió con las medidas de bioseguridad en el refugio, como indican los protocolos.

Los agentes provinciales que estuvieron expuestos con las y los empleados judiciales que allí se desempeñan obliga a prestar atención y tomar recaudos. Al respecto, sin ser exhaustivos esta entidad sindical requiere que como mínimo se proceda a la desinfección de la Unidad Judicial, se haga el test a las empleadas y empleados de la unidad judicial y se triplique la frecuencia de la limpieza en el lugar ya que el servicio que se realiza tiene la frecuencia de una vez al día, lo cual es ostensiblemente insuficiente dada la alta asistencia de personas al lugar.

Se llama la atención también sobre la deficiente forma en que se han comunicado los hechos a las empleadas y empleados judiciales, ocultando primero la existencia de un caso y luego tratando de minimizar las implicancias del mismo.

Es obligación del empleador garantizar condiciones de trabajo mínimas para sus dependientes y extremar los recaudos para no poner en riesgo su salud.

La Comisión Directiva de AGEPJ reanudó hoy 22/04 su reunión luego del cuarto intermedio en que quedó el día lunes emitiendo un unánime repudio al accionar del Tribunal Superior de Justicia, reiterando el reclamo por las sumas salariales adeudadas y advirtiendo que habrá paro cuando cese la situación especial de receso sanitario generado por la pandemia.

Por un lado, respecto a la cuestión de contratados se valoró positivamente que luego de la gestión gremial 17 compañeros y compañeras (no 13 como por un error material  informamos antes) están conservando su puesto de trabajo. Lamentablemente la situación de baja de contrato persiste para seis empleados y empleadas judiciales. Respecto a ellos hoy se puede precisar que se encuentran alcanzados por la acordada que establece que tienen prioridad para ser convocados nuevamente ante nuevas vacantes o suplencias, por lo que la situación de baja es temporal. De todos modos se continúan las gestiones para revertir en lo inmediato la baja y se ha puesto a disposición de los mismos un recurso administrativo. Se reitera que es inaceptable la decisión del TSJ de dejar sin sustento y obra social a un grupo de personas, más aún en este contexto.

Atinente a la cuestión salarial, AGEPJ mantiene el reclamo por las sumas salariales debidas (aumento de diciembre de 2019 y todos los retroactivos). La deuda salarial es irrenunciable. Las declaraciones del titular de la Asociación de Magistrados desnudan lo que siempre sostenemos desde el sindicato: que a la corporación de magistrados lo único que le interesa es conservar sus privilegios y que por ello se entiende que “han renunciado” al aumento del 10 %. La cuestión radica en que sus altísimos niveles salariales les permiten hacerlo. En cambio las empleadas y empleados judiciales no estamos equiparados, necesitamos imperiosamente ese aumento y reiteramos que de ningún modo vamos a renunciar al mismo.

La Comisión Directiva comunica que se mantiene el reclamo por la deuda salarial y que se reanudara el plan de lucha, con medidas de fuerza (suspendido por la emergencia sanitaria a principios de marzo) cuando las circunstancias especiales que atraviesa el país lo permitan. En particular cuando cese el esquema de funcionamiento de emergencia que la pandemia ha provocado en el Poder Judicial.

 

El Gremio de Judiciales de Córdoba comenzó la entrega de máscaras de bioseguridad a las compañeras y compañeras del Poder Judicial que se están desempeñando de manera presencial. En la semana que pasó se enviaron al interior provincial y se entregaron en la morgue.

Esta semana continuamos en Policia Judicial, Unidades Judiciales y Tribunales. En total se otorgaran alrededor de 700 máscaras que brindan una protección mayor que el barbijo ya que cubren también los ojos (una de las vías de ingreso del virus Covid 19).

De las mismas, 150 fueron donadas y el resto han sido adquiridas por AGEPJ.
Esta acción se suma a los demás planteos y gestiones que AGEPJ viene realizando ante el TSJ y MPF para que se garantizen condiciones de trabajo que preserven la salud de las compañeras y compañeros.