Lenguaje Sencillo es el nuevo libro de la colección Herramientas Legales.  Es una Guía para la redacción de textos judiciales  para implementar, en la rutina diaria. El material fue producido por afiliadas y afiliados de AGEPJ y, desde nuestra organización gremial, creemos que esa raíz le da un plus al producto editorial: esta guía nace de la experiencia actual y, al mismo tiempo, es una base para seguir construyendo una Justicia accesible e inclusiva.

Este nuevo libro de la editorial se presentará junto a las autoras y autores del mismo el próximo jueves 8 de septiembre en la sede gremial de Arturo M. Bas 339.

 

Los autores son Florencia Pereyra, Maximiliano Hernán Maldonado y María de los Ángeles Suárez Lobo.

Costo para afiliadas y afiliados $ 800 pesos (hasta en dos cuotas con descuento por planilla)

Costo No afiliadas y afiliados $ 1600 pesos

Podes retirarlos por la sede gremial

Consultas a los siguientes teléfonos de contacto

351 7656464 / 3513098786

Para ver conocer más títulos publicados visitá Judiciales Córdoba Ediciones

El pasado viernes 27 de mayo la Secretaría de Previsión y Acción Social de AGEPJ presentó dos nuevos libros “Tonadas Judiciales I” y “Tonadas Judiciales II” de la editorial de AGEPJ.  El evento se desarrolló en la sede histórica del Gremio de judiciales Córdoba ubicada en la calle Arturo M. Bas 339. Esta sede  que fue totalmente refuncionalizada en 2021 lleva el nombre de nuestro querido compañero Felipe Zabalza.

La compañera Ileana Benítez  Secretaria de Previsión Social de AGEPJ  agradeció “a todos los participantes del concurso de cuentos organizado por la Secretaría de Previsión Social en 2021 y  celebró que fruto de ese concurso hoy podamos contar con el  libro Tonadas II que forma a parte de la producción literaria de las compañeras y compañeros jubilados de nuestro gremio en toda la provincia.”

Por su parte el compañero Daniel Ceballos Pro Secretario de Previsión Social de AGEPJ  agradeció la presencia de todas y todas los que asistieron al evento y presentó el libro Tonadas I que resultó de un concurso literario organizado por AGEPJ en 2018 y también realizó un repaso de las distintas colecciones que cuenta la Editorial judicial”. “Las jubiladas y jubilados de judiciales pueden acceder a todas las publicaciones  de la editorial con un 50% de descuento” .recordó Ceballos.

Durante la presentación se entregaron ejemplares de libros a quienes participaron del concurso.

El evento contó además con un espectáculo musical a cargo de Tobías y Fernando Ceballos. Para finalizar se compartió un ágape entre los asistentes a la presentación.

 

#CompendiosHerramientasLegales #CabañasJudiciales #UnGremioQueCrece

En el día de la fecha (7/10/2021) los compañeros Pablo Sabas, Carlos Alegre (AGEPJ Villa Dolores), German Adrover, Dioni Juarez (AGEPJ Cura Brochero), Romina Martinez y Javier Planas (Comisión Directiva Provincial de AGEPJ) estuvieron a primeras horas de la mañana en la sede Cura Brochero. Se recorrieron oficinas intercambiando información de interés de las compañeras y compañeros afiliados y se comenzó a distribuir el flamante Compendio Civil y Comercial de la editorial de AGEPJ.

Cura Brochero tuvo la primicia esta vez ya que hoy y en esa querida sede ha comenzado la distribución del compendio.

 

Luego, las compañeras y compañeros nombrados se dirigieron a la localidad de Arroyo de los Patos para señalar el lugar donde en 10 días comenzará la construcción de una de las dos cabañas de AGEPJ previstas.

Ese hecho nos llena de orgullo porque desde la fundación de nuestro gremio, hace 70 años es la primera vez que se contará con un lugar propio de las afiliadas y afiliados para vacacionar. El complejo que a mediano plazo tendrá dos cabañas se utilizará con un sistema de sorteo y reglamento de uso para que se pueda acceder al mismo en igualdad de oportunidades desde toda la provincia.

La secretaria de Previsión Social de la Asociación Gremial de Empleados y Empleadas del Poder Judicial (AGEPJ) convocan al Concurso de Cuento Corto para jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados afiliados a la Asociación Gremial del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. NUEVO PLAZO DE CIERRE:  LUNES 9 de AGOSTO.

 

La Asociación Gremial de Empleados y Empleadas del Poder Judicial (AGEPJ) extienden el plazo para participar del segundo concurso literario. Invitamos a participar a jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados afiliados al Concurso de Cuento Corto. La entrega es por correo o por mail.

 

NUEVO PLAZO DE CIERRE: la convocatoria vence el lunes 9 de agosto del corriente.

 

Consultá las bases y condiciones AQUÍ

La secretaría de Previsión Social de la Asociación Gremial de Empleados y Empleadas del Poder Judicial (AGEPJ) convocan al Concurso de Cuento Corto para jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados afiliados a la Asociación Gremial del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. Tenés tiempo hasta el LUNES 12 de JULIO.

 

La Asociación Gremial de Empleados y Empleadas del Poder Judicial (AGEPJ) convoca a su segundo concurso literario.

En esta oportunidad, se invita a participar a jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados afiliados al Concurso de Cuento Corto.

 

Para participar el tema de la obra es libre. Como declaran en las bases generales “Hemos tenido una vida larga, somos la última generación que escribió y recibió cartas. Atesoramos momentos de vida que son importantes como para ser contados, compartidos. Tampoco desechemos nuestra imaginación, nuestras fantasías, experiencias laborales, gremiales, nuestros fantasmas y deseos… Definitivamente podemos escribir sobre lo que se nos ocurra que haga que nos sintamos bien, nos acerque y ayude, entre nosotros y nosotras, para reconocernos”.

 

El plazo de la convocatoria vence el lunes 12 de Julio del corriente.

 

Podés consultar y descargar las bases y condiciones HACIENDO CLICK AQUÍ

El Centro de Estudios Formación e Investigación Norberto Centeno convoca a la presentación de artículos que integrarán el número 5 de su revista ENTRELÍNEAS. Tenés tiempo hasta el día 30 de Junio de 2021.

A continuación se desarrollan las bases y condiciones para la recepción y publicación de artículos

La Revista del Centro de Estudios Norberto Centeno (CENC) publica resultados de investigación, ensayos, experiencias de intervención, comentarios a fallos y todo otro elemento considerado de interés por el Comité Editorial, que guarden relación con el  campo jurídico.

La publicación cuenta con trámite de ISBN y referato el cual está a cargo de pares académicos de cada especialidad.

Los artículos deberán enviarse por correo electrónico a cenorbertocenteno@gmail.com

El nombre del archivo Word será el apellido de quien/es suscriba/n el trabajo y, en caso de corresponder, la sección a la que se postula (Conocimientos o Contribuciones de interés para un fuero, Comentario a Fallo, opiniones). Ejemplo: Méndez García comentario fallo penal.doc

El comité editorial mantendrá correspondencia vía correo electrónico con el/los autores. Dentro del plazo de los siete días de realizado el envío, se le/s enviará una comunicación vía e-mail confirmando la correcta recepción del mismo.

La fecha de recepción de artículos para esta convocatoria será hasta el 30 de Junio de 2021.

Criterios de admisibilidad de artículos:

  • Los artículos deberán presentarse en formato Word, letra times new roman número 12 – excepto las notas al pie, que irán en número 10-, interlineado sencillo, con márgenes simétricos de 2,5 cm. y paginados.
  • Para el título y subtítulos se utilizará letra tamaño 16 y 14 respectivamente. Los subtítulos no deben numerarse.
  • La extensión de los artículos no deberá ser inferior a 4000 ni superar las 7000 palabras, incluyendo bibliografía y anexos. Las referencias bibliográficas incluirán solamente a las/os autores que se citan en el cuerpo del texto, y se regirán por lo estipulado en el apartado respectivo.
  • En casos excepcionales y de acuerdo a la característica de la producción, el Comité Editorial podrá hacer excepciones.
  • En caso de que el artículo contenga cuadros, gráficos o figuras, deben tener una identificación e indicar la fuente.
  • La primera página del artículo incluirá:
  • Título del trabajo en español
  • Nombre completo de los/as autor/es. En pie de página, incluir referencia que indique su nacionalidad, adscripción institucional, correo electrónico e institución de ciencia y técnica que acredita u datos del artista
  • Resumen analítico en español (de hasta 200 palabras).
  • Palabras clave en español (entre 4 y 6 palabras).
  • Se recomienda la utilización de un lenguaje inclusivo desde un enfoque de género.
  • Los trabajos enviados serán originales, no podrán haber sido publicados o enviados para su publicación en otras revistas u otro tipo de publicaciones. Excepcionalmente,  el Comité Editorial podrá autorizar su publicación en otro medio.
  • Los artículos se publicarán en formato Papel y serán de libre acceso y uso, con la única limitación de citar la fuente y no ser objeto de lucro.
  • Los artículos serán evaluados por dos árbitros en sistema simple ciego.
  • Citas y referencias bibliográficas: Según normas APA.

 

Para más información, escribinos a cenorbertocenteno@gmail.com

En Facebook – como “REVISTA ENTRELÍNEAS del CEFI Norberto Centeno AGEPJ”

O en el Facebook “Gremio Judiciales Córdoba”

 

 

Mas información de Ediciones Judiciales Córdoba en

Boletin-AGEPJ-junio-2020

 

PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS

La Revista EntreLíneas del Centro de Estudios Formación e Investigación Norberto Centeno (CEFI-NC) publica anualmente resultados de investigación, ensayos, experiencias de intervención, comentarios a fallos y todo otro elemento considerado de interés por el Comité editorial, y que guarden relación con el eje temático correspondiente.

Fecha de recepción de artículos: Hasta el 29 de Mayo de 2020.

Descargá acá bases y condiciones para artículos de Entrelíneas N 4 

Revista – Directrices para autores CEFI

 

 

Directrices para autores/as

PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS

La Revista EntreLíneas del Centro de Estudios Formación e Investigación Norberto Centeno (CEFI-NC) publica anualmente resultados de investigación, ensayos, experiencias de intervención, comentarios a fallos y todo otro elemento considerado de interés por el Comité editorial, y que guarden relación con el eje temático correspondiente.

 

Acerca de la presentación de artículos

  • Los artículos se publicarán en formato Papel (por regla, salvo en situaciones de excepcionalidad como la crisis dada por la “pandemia Covid-19” en el año 2020 que exigió a intentar realizar una publicación digital en un primer momento de la revista Nro. 4- año 2020 para luego, regularizado la situación en general, publicar la misma en forma impresa) y serán de libre acceso y uso, con la única limitación de citar la fuente y no ser objeto de lucro.
  • El comité editorial publicará las fechas de cierre de cada edición.
  • Se admiten trabajos en español y portugués.
  • Se recomienda la utilización de un lenguaje inclusivo desde un enfoque de género.
  • Los trabajos enviados serán originales, no podrán haber sido publicados o enviados para su publicación en otras revistas u otro tipo de publicaciones. Excepcionalmente, el Comité Editorial podrá autorizar su publicación en otro medio.
  • Se deberán enviar, junto con el trabajo, declaración de responsabilidad y declaración de transferencia de derechos de autor (ver modelo al final de esta página)

 

Convocatoria y evaluación

  1. La convocatoria para la presentación de artículos será publicada por el Comité editorial todos los años a través tanto de sus redes sociales y como las de la AGEPJ. Se priorizará la publicación de artículos de quienes estén agremiados a la AGEPJ. Respecto de quienes no estén afiliados/as, se conformará un banco de artículos de dichos autores para su publicación en la media en que las presentaciones de artículos de agremiados/as no cubran todas las áreas temáticas de la revista y siempre sujeto a que el Comité editorial considere necesaria la incorporación de alguno de ellos en la revista anual. Dicho banco de artículos de quienes no estén agremiados/as se re-abrirá en cada convocatoria anual en la medida de la recepción de los mismos.
  2. El comité editorial podrá invitar a publicar a autores de reconocido prestigio, cuyos trabajos no serán sometidos a arbitraje.
  3. Los artículos deberán enviarse por correo electrónico a cenorbertocenteno@gmail.com El nombre del archivo Word será el apellido de quien/es suscriba/n el trabajo y, en caso de corresponder, la sección a la que se postula (Conocimientos o Contribuciones de interés para un fuero, Comentario a Fallo, opiniones). Ejemplo: Méndez García comentario fallo penal.doc

El comité editorial mantendrá correspondencia vía correo electrónico con el/los autores. Dentro del plazo de los siete días de realizado el envío, se le/s enviará una comunicación vía e-mail confirmando la correcta recepción del mismo.

 

  1. Los artículos serán evaluados por dos árbitros en sistema simple ciego. Podrán ser evaluadores miembros del comité académico y/o externos idóneos en el tema. Cuando se presente controversia en la evaluación, la decisión del dictamen de un/a tercer/a evaluador/a resolverá el diferendo. Serán publicados aquellos trabajos que obtengan dos informes favorables. El dictamen puede ser: aprobado, rechazado o aprobado con observaciones; en este último caso, se establece un plazo de treinta días para la incorporación de las mismas. El Comité Editorial es el responsable del estudio de admisibilidad, a fin de seleccionar los artículos que están en condiciones de ser enviados para su evaluación. Los criterios de admisibilidad son los que se establecen a continuación. El resultado del estudio de admisión será comunicado dentro de los 30 días.

 

  • Criterios de admisibilidad de artículos

 

  • Los artículos deberán presentarse en formato Word, letra times new roman número 12 – excepto las notas al pie, que irán en número 10-, interlineado sencillo, con márgenes simétricos de 2,5 cm. y paginados.
  • Para el título y subtítulos se utilizará letra tamaño 16 y 14 respectivamente. Los subtítulos no deben numerarse.
  • La extensión de los artículos no deberá ser inferior a 4000 ni superar las 7000 palabras, incluyendo bibliografía y anexos. Las referencias bibliográficas incluirán solamente a las/os autores que se citan en el cuerpo del texto, y se regirán por lo estipulado en el apartado respectivo.

En casos excepcionales y de acuerdo a la característica de la producción, el Comité Editorial podrá hacer excepciones.

  • En caso de que el artículo contenga cuadros, gráficos o figuras, deben tener una identificación e indicar la fuente.
  • La primera página del artículo incluirá:
    • Título del trabajo en español
    • Nombre completo de los/as autor/es. En pie de página, incluir referencia que indique su nacionalidad, adscripción institucional, correo electrónico e institución de ciencia y técnica que acredita u datos del artista
    • Resumen analítico en español (de hasta 200 palabras).
    • Palabras clave en español (entre 4 y 6 palabras).

 

  • Citas y referencias bibliográficas: Según normas APA

 

  • Modelo de declaración de responsabilidad

(Debe ser firmado por todas las personas que hayan participado en la producción del artículo y enviarse scaneado):

 

Título: Autoría:

Declaro que participé de la elaboración del artículo, que el texto es original, que no fue enviado para su evaluación a otra publicación, y no lo será durante el período que permanezca en evaluación por la revista EntreLíneas del CEFI Norberto Centeno

 

Firma:

 

Fecha:

 

 

 

 

 

 

Autor: Ignacio Dalmases (@capitandrago). Médico Psiquiatra. Empleado del Poder Judicial.

Ilustraciones: Andrea Zuliani.  Psicóloga. Empleada del Poder Judicial.

 

Capítulo 1: “1872: érase una vez La Docta”

Capítulo 1: “1872: érase una vez La Docta”

Ahhhh ¡los sauces balanceándose sobre el río Suquía! sus sombras oscilantes dibujan fantasmas de leyenda en el muro del calicanto. Una balsa, a modo de góndola, transporta gente por su cauce. En el puente se desarrolla lo que no es de aquí ni de allá: lo ajeno, que podría ser propio alguna vez. En esa Córdoba de la Nueva Andalucía, transeúntes y comerciantes copulan paseando sus miserias, incluso las que no se ven, y permanecen invisibles al desprevenido.

Junto al puente, también se erige un atractivo escenario, el desolado banquillo que espera por su ocupante: en pocos días Don Zenón La Rosa será ejecutado allí para que el pretendido equilibrio social vuelva a restablecerse.

 

¿Será acaso que lo bello del paisaje natural, el contraste de modernidad que no logra ocultar, aún, la arquitectura colonial, el cálido otoño citadino y la gran separación, entre la Doctoral y el Abrojal, que el puente se encarga de mantener, sea el lugar perfecto para nacer y, hasta morir?

Capítulo 2 “1850: Pulpería Los Paraísos, El Abrojal”

Zenón La Rosa decidió, finalmente, poner todos sus ahorros en un comercio: una pulpería. Había aprendido entre tantas cosas, en su paso por el Colegio Monserrat, que los jóvenes, caballeros y hasta trabajadores de la época, necesariamente, tenían una vía final común antes de llegar a sus moradas: el paso por una pulpería. Allí se socializaba, se probaba la hombría, se conversaba o simplemente se generaba un clima de relajación antes del encuentro con su amada. Zenón era oriundo del Abrojal pero su padre, jefe de maestranza en el Colegio de Monserrat, tenía previsto para él un puesto de trabajo, y una vida de entero transcurrir en La Doctoral.

Sin embargo Zenón, que jugaba a desconocer las ambiciones sociales de su padre, fantaseaba con su amada Leonor cada vez que escuchaba opiniones políticas sobre el gobernador Manuel López y las amistades conspirativas con Rosas o el peligro inminente que generaba la creciente personalidad de Urquiza.

Leonor trabajaba en el puente sobre el Calicanto, su padre recitaba o cantaba, además, a sus transportados en la balsa sobre el río. La virginal belleza de Leonor despertaba, por sí sola, el interés por las flores nativas o especias que intentaba vender. Su madre cocinaba, o lavaba, más allá sobre el río, para afuera. Así y todo apenas les alcanzaba para subsistir.

Entre tanto, Zenón La Rosa, encendido de amor, y desafiando la decisión paterna, encaró sus emociones con hidalguía. Habiéndose percatado de los ofrecimientos canallescos que pretendían a su Leonor como prostituta decidió desposarse con ella y fundar, casi en el mismo acto, su comercio: sobre el alto, y a muy poca distancia del puente, en una zona arbolada, en el corazón del Abrojal abrió sus puertas “Los Paraísos”.

La pulpería, rápidamente encumbrada, recibía a las gentes tanto del Abrojal como de la Doctoral y, aunque estas últimas llegaban encapuchadas o con el rostro cubierto, todos venían a beber las mejores cañas, grapas o ajenjos que conseguía Zenón; incluso el Capitán Cemita, autoridad militar que regulaba el juego clandestino, la prostitución y tenía a mal traer a los malhechores de la zona, no se privaba, ni una sola noche, de ir allí y ser atendido, personalmente, por la bella Leonor, bajo la suspicaz e inquieta mirada de Zenón.

Capítulo 3: “La silla vacía”

En aquella época, de tiempos de guerras civiles y gobiernos dictatoriales, la hambruna en Córdoba se había multiplicado y con ella la violencia social que se manifestaba en hurtos y arrebatos en la vía pública, aprovechando el escaso alumbrado de farolitos a gas de carburo de calcio. Zenón, hábil comerciante, temiendo por la estabilidad de Los Paraísos, gozaba, utilitariamente, de la presencia del Capitán Cemita en su local, alentando, a pesar de su mala espina, a que Leonor le atendiera cada noche. Quizá a Zenón no le importara que el prestigioso Capitán se haya criado en el mismo espacio barrial que Leonor y que, según los murmullos vecinales, durante la adolescencia hubieran sido novios.

Córdoba estaba azotada por delincuentes y oportunistas que aprovechando el desconcierto social y el temor de una sociedad atravesada por un férreo catolicismo, se caracterizaban de esotéricos personajes que engrosaban las leyendas de la zona. Justamente varios jóvenes tenían a mal traer a los transeúntes del Abrojal disfrazados de la horrible Pelada de la Cañada.

Pues bien, aquella oscura noche, el Capitán, siguiendo su instinto detectivesco y el certero dato de un soplón, se encontró de frente con la supuesta pelada de la cañada. Conmocionado, Cemita, en un traspié durante la lucha, es derribado y golpea su cabeza contra una piedra siendo trasladado, inconsciente, al hospital San Roque. Nada se supo de ello en Los Paraísos y Leonor se pasó suspirando, con el trapo al hombro, cada una de las tantas veces que pasó por la silla que solía ocupar Adalberto Cemita.

Pronto Zenón, nervioso por la ausencia del Capitán y, sobretodo, por su notorio efecto en el rostro de su esposa descargó su enojo sobre la frágil humanidad de ella culpándola de haber roto, en su distracción, uno de los copones del bar. Inmediatamente, ante la mirada sorpresiva de los últimos parroquianos y sin autoridad que regule semejante acto de cobardía, Zenón imploró, de rodillas, el perdón de su Leonor.

Entre llantos, a todo galope, logró dejarla en la portería del Hospital San Roque donde un grupo de adustas hermanas de la caridad recibieron el cuerpo desfallecido de Leonor, al mismo tiempo que con un claro ademán alejaron al agresor. Al día siguiente, menuda sorpresa se llevaría el Capitán Cemita al encontrar, en la cama del hospital, a su amada Leonor que, al estrechar las manos entre las suyas, balbuceó su nombre.

Capítulo 4: “1853. La parición”

Durante 15 días estuvieron Leonor y el Capitán alojados en el hospital. Las hermanas de caridad viendo que la mutua compañía aceleraba la recuperación, les habían improvisado, en la que oficiaba de sala de partos, una sencilla pero cálida habitación que Adalberto decoraba a diario con flores naturales del jardín nosocomial. Día a día Leonor cuidó de Cemita y él de ella; vivieron allí momentos de imperturbable felicidad. Zenón tenía prohibida la entrada.

Luego del alta hospitalaria el mundo se le volvió extraño a la pareja. Se había concluido de redactar la Constitución Nacional y, con ella supuestamente, se abolía la esclavitud. El capitán de vuelta a restablecer el orden social y Leonor, trapo al hombro, a servir las mesas de Los Paraísos.

Zenón, muy delgado, consumido por la culpa, esperó a su Leonor con el mejor de sus trajes, había mandado traer flores y tanto la casa, como la pulpería, brillaban y olían a lavandas. Zenón, no pudo mirarla a los ojos y, quizá por ello, no se percató de la distancia que su esposa colocó entre ambos. Los días siguieron su curso, inexorablemente y la fantasía de Leonor, de ser golpeada, nuevamente, con la finalidad de un nuevo encuentro hospitalario con el capitán se fue apagando con el tiempo. Mientras su vientre crecía día a día. Sí ¡estaba embarazada!

Esa misma noche, al saberlo Zenón, hubo fiesta en El Abrojal: desde Los Paraísos se servía la bebida pero las gentes se apostaban hasta el calicanto, bajo los árboles y al rasguido de la guitarra del padre de Leonor todos bailaban y cantaban alegremente. La pronta llegada de un heredero tenía a Zenón muy contento, la vez que ocupado, pues la pulpería daba, cada vez, mayores réditos. Se aproximaba el verano y Leonor ya no podía con su cuerpo, la casa y el trabajo; consiguió, entonces, una joven vecina que ayudara a su marido.

La mañana del 8 de diciembre de 1853 la futura mamá comenzó con contracciones y luego de un grito de dolor no correspondido se percató que Zenón se había ido, con la muchacha, a proveerse de bebidas para la pulpería. Los vecinos desesperados buscaban a la matrona. Cemita, que curiosamente patrullaba la zona, fue alertado y cargó a Leonor transportándola al mismo hospital San Roque.

Las hermanas recibieron felices a la pareja y en la misma habitación convertida, ahora, en sala de partos, se dio a luz a Oliverio La Rosa, un minúsculo bebé, en apariencia sano, que insuflaba sus pulmones, ávidamente, con el perfume floral del recinto. Horas después, Zenón logró entrar esquivando las miradas intimidantes de la hermana superior.

 

Oliverio creció en el barrio, iba a la escuela por las mañanas y, por las tardes, jugaba a patrullar la zona o creaba rimas en eternos soliloquios. Por las noches caía rendido, durmiéndose en su propia silla, cerca de la barra, en la pulpería. Le decían cabrito pues andaba libre, cantando y mostrando su sonrisa, entre pequeños saltos de júbilo, a todo el que cruzara su camino. Al cumplir 15 años, sus padres, como acostumbraban, hicieron gran fiesta popular y su abuelo materno, el balsero, le regaló su objeto más preciado: una guitarra de un luthier santiagueño. Un agradecido tripulante, doctor en derecho, que de paso por la Universidad Nacional de Córdoba, tomó la balsa cada mañana, al escuchar las dotes artísticas de su dueño, cantor, le obsequió la guitarra.

Inevitablemente las diferencias entre Oliverio y Zenón se hicieron cada vez más profundas, aquel con su espíritu libre, descreído de los preceptos religiosos, sostenido por los principios filosóficos que el profesor Cuernavaca transmitía en sus clases monserratenses, interesado en encuentros culturales donde la música jugaba un papel estelar. Su padre, en cambio, lo pasaba pensando en la economía hogareña, la política citadina y la prosperidad de su negocio que le insumía, cada vez, mayor dedicación.

Capítulo 5: “8 de marzo de 1872: la fíbula Omega”

Oliverio es, ya, un hombre. En El Abrojal lo quieren y respetan: presta ayuda a los necesitados, sin dádivas ni paternales defensas sino con su propia palabra, de aliento, con su claridad perceptiva de profundas reflexiones. Su compañía mayúscula ante las situaciones más adversas, con su permanente lealtad y generosa simpleza. A los niños da clases, a los enamorados escribe versos, a los músicos acompaña con su guitarra y a los atorados destraba con su agudo ingenio. Siempre de buen humor bailaba con los espantapájaros, que él mismo diseñaba para la quinta de su madre, mientras les cantaba que en la masmédula de su interior les nacía el espíritu danzante que a él contagiaban.  Sus canciones se nutrían de temática de actualidad, disturbios sociales, desequilibrios políticos y, por supuesto, actos de desamor que venían en tropilla buscando una metafórica salida. En el barrio se hablaba sobre su futuro promisorio: político, filósofo oracular, docente comprometido o, simplemente, un apasionado músico. Fue entonces, por esos tiempos, cuando los rumores vecinales se hicieron cada vez más audibles: se pensaba que Oliverio no podía ser hijo de aquel simple comerciante cegado por sus aspiraciones económicas. Oliverio, decidido por aquel interrogante, enfrentó a Zenón y preguntó sobre su filiación. Discutieron.

En la pulpería había un fusil pues desde que Cemita ya no custodiaba Los Paraísos, su dueño se armó con el fin de ahuyentar a posibles malhechores. En estado crítico, padre e hijo se provocaron, se insultaron y se golpearon. Eran allí dos pichones mal heridos acaso por la misma mujer que cambiaba de rostro cada noche, al desnudarse. No entendían qué les sucedía, estaban cegados, y ni siquiera veían la sangre, de diferente color, que el piso de tierra firme absorbía. Todos salieron de sus casas, todos consternados, todos sin saber qué hacer, al mismo tiempo. Zenón tomó el fusil y salió en busca de Leonor, Oliverio también lo hizo, por otro camino, y creyó verla bajo la tenue luz de una farola, “¿Madre?,” dijo. La señora, de largo vestido y capucha, permanecía impávida, de espaldas a él. El caballero que estaba junto a ella, de vestimenta militar, dejó caer el objeto que se disputaban, o compartían, y ante el presuroso paso del jadeante Oliverio, salió río arriba. La extraña mujer huyó hacia el alto. El joven, confundido, presa de la curiosidad y el cansancio, cayó de rodillas y, tomando el objeto, con fuerza, se quedó, solo, mirándolo fijamente.

Recién al rato pudo entender que se trataba de un prendedor, una fíbula omega de la antigua cultura celta que simbolizaba una serpiente y, al invertirla, dejaba ver dos iniciales “C D”. Oliverio había recuperado el aliento, y la cordura, cuando, al levantarse, el ruido sordo y persistente de un fusil lo alertó. –“Nooooooo,” dijo, y luego de aferrar el prendedor a su chaqueta comenzó a correr hacia la pulpería.

 

Capítulo Final

Ese lunes, 29 de abril de 1872, pocos en Córdoba pudieron sustraerse al evento: la ejecución del comerciante Zenón La Rosa.

“El acento compasivo de una gran parte de la sociedad que pidió por la vida del reo, no fue oído por quien tenía la facultad de indultarle, el gobernador Antonio Álvarez. Entonces, el infortunado La Rosa, hombre de bien pero perturbado y perdido por la fatalidad, subió al cadalso por un delito pasional”.

La familia de Leonor Drago nunca perdonaría ese ataque homicida de celos, a Zenón.

“A la hora señalada, el jefe de las fuerzas da cumplimiento a la sentencia: el reo, asegurado y escoltado por ocho soldados, al mando del capitán Cemita, es conducido al banquillo. El pelotón, encargado de la ejecución, apostado en dos filas y con las armas preparadas se aproxima a seis pasos. El Capitán Cemita levanta el brazo, a cuya señal apuntan su fusil al pecho de Zenón y, al bajarlo, hacen fuego. Con la espalda contra el viejo Calicanto, a las 11.20 de la mañana del 29 de abril de 1872, Zenón la Rosa recibió la descarga mortal del pelotón de fusilamiento. Pero la insegura descarga no apagó su vida desde el primer instante; el tiro de gracia de Cemita se hizo esperar y, aprovechando su titubeo, Oliverio La Rosa se adelanta y lo atraviesa con su preciada fíbula de omega.”

Aún turbado y desencajado, Oliverio La Rosa, hijo de Cemita y de Leonor, se auto nomina CAPITÁN DRAGO y desde entonces, como expresión de amor y dolor, nos trae su música, cada día 29. Por otro lado, y luego de semejante acto, el capitán Cemita, encargado de cumplir la sentencia y a consecuencia de tener que afrontar esta situación terriblemente dramática, sin hijo ni amada y con las culpas sobre la espalda, fue víctima de un derrumbamiento mental, y arrastró una melancólica demencia hasta su muerte.